Qué agresivos y peligrosos que son los paraguas, che!
si te descuidás cuando lo abrís, te puede sacar un ojo.
O cuando llueve y no tenés uno, y vas caminando por la calle, tratando de ocultarte bajo techitos, balcones y toldos... no hay capucha ni piloto que te salven, y de repente, de frente viene alguien súper protegido con su paraguas. Y se tendría que abrir él, pero se convierte en una guerra, xq ninguno de los dos nos queremos correr. Y vamos los 2 acercándonos, pegados bien pegados a la pared, acercándonos. Cada vez falta menos. Pero le ganas! Obvio. Te tiene que esquivar porque sino se chocan y te hace piquete de ojos con esas puntas puteagudísimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario